En el verano es fundamental prestar especial atención a la alimentación de los pequeños de la casa para garantizar que se mantengan saludables y reciban los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Al igual que nos sucede a los adultos, los niños en vacaciones también alteran su rutina, por ello es importante, que, dentro de la flexibilidad de ese periodo vacacional, controlar su alimentación evitando el abuso excesivo de comida basura o poco equilibrada.
Desde MAAVi Foundation, te presentamos algunas recomendaciones que aplicamos en las meriendas que se entregan desde Casa La Mari, la cantina de Kimitec, para una alimentación equilibrada:
Correcta hidratación
En primer lugar, es esencial hidratarse. El calor del verano puede provocar deshidratación, por lo que es importante beber suficiente agua durante todo el día, sobre todo a la hora de hacer ejercicio físico ya que conlleva a la perdida de líquidos.
Evita el consumo de bebidas azucaradas, gaseosas o refrescos, y ¡prepárate tu propia agua de sabores! Solo tienes que coger una botella, y echar tu fruta preferida: fresas, kiwi o incluso limón.
Dieta equilibrada de colores
Las frutas y verduras de temporada son ideales para mantener una dieta sana, ya que son ricas en nutrientes y antioxidantes.
Preparar ensaladas coloridas, sándwiches con ingredientes saludables o brochetas de frutas, incorporando melón, sandía, melocotón o ciruelas, puede ser una excelente opción para los días calurosos.
Di no a los alimentos ultraprocesados
Es importante evitar los alimentos ultraprocesados y ricos en grasas saturadas, azúcares y sal. Estos alimentos suelen ser tentadores para los más pequeños, pero es fundamental educarlos sobre los beneficios de una alimentación saludable y enseñarles a elegir opciones más nutritivas.
Opta por snacks como frutos secos, yogurt natural o palomitas de maíz sin azúcar añadida puede ser una alternativa saludable y sabrosa.
Cocina de forma saludable
No cambies tu forma de cocinar porque sea verano ya que esto causará un choque en la alimentación actual de los pequeños.
Los hervidos, la plancha, el vapor o incluso la barbacoa, si se hace con ingredientes saludables, son maneras de cocinar perfectas para esta época del año.
Fomenta la participación de los niños en la preparación de las comidas
Permíteles que ayuden a lavar y cortar las frutas y verduras, preparar batidos o incluso involucrarse en la cocina con recetas sencillas y divertidas. Esto no solo fortalecerá su conexión con los alimentos, sino que también los animará a probar nuevos sabores y texturas.
No fuerces al niño a comer
Es normal que, con la subida de temperaturas, los niños tengan menos apetito y reduzcan la ingesta de alimentos. La perdida de apetito es verano es muy común pero además es pasajera por lo que es importante que no se les obligue a comer y respetar cuando nos digan que no quieren más.
Las digestiones
Una recomendación clave es respetar las digestiones. Evitar comidas pesadas y de difícil digestión, especialmente durante las horas de más calor, ayudará a evitar malestares estomacales y mejorar el bienestar de los pequeños.
Optar por comidas más livianas y frecuentes puede ser beneficioso, dividiendo la alimentación en varias porciones pequeñas a lo largo del día.
Los helados sí, pero con moderación
Si bien los helados son una deliciosa tentación en verano, es importante consumirlos con moderación. Los helados comerciales suelen ser altos en azúcares y grasas saturadas, por lo que se recomienda limitar su ingesta. Una alternativa más saludable es preparar helados caseros utilizando frutas frescas y yogurt natural, evitando así los aditivos artificiales y controlando la cantidad de azúcar añadida.
Además, es importante recordar que el consumo excesivo de helados y otros alimentos fríos puede provocar dolor de garganta o malestar estomacal en algunos niños más sensible. Por eso, es recomendable consumirlos de forma moderada y asegurarse de que los pequeños no lo ingieran muy fríos.
Cuidado con determinados alimentos
En verano salimos más y hacemos excursiones, realizamos comidas en la playa o en el campo, barbacoas y picnics, por ello es muy importante extremar las precauciones con la forma de cocinar, transportar y almacenar los alimentos, ya que el calor puede hacer proliferar bacterias que alteren el estado de los alimentos y pueden causar una intoxicación.
Recuerda que la clave para una alimentación saludable en verano radia en la variedad y el equilibrio. Asegúrate de que los niños consuman una combinación adecuada de proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas y minerales. Si tienes dudas sobre cómo diseñar una dieta equilibrada, no dudes en consultarlo con un profesional de la nutrición.
En resumen, una alimentación saludable en verano garantiza que los niños reciban los nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo. Proporcionándoles comidas ligeras, frescas y nutritivas, fomentar la hidratación adecuada y evitar alimentos ultraprocesados son los pilares fundamentales para mantener su salud en óptimas condiciones durante esta temporada.
¡Cuidemos de la nutrición de nuestros pequeños mientras disfrutan del verano!
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